octubre 06, 2010

The Wall.

Recuerdo que cuándo era pequeño, mi papá ponía muy seguido a Pink Floyd, tanto que me familiaricé con ese tipo de música y me gustaba mucho cuando ponía la de Another Brick In The Wall (Part II), desde entonces creo que ha sido de mis canciones favoritas ever.

Alguna vez también me puso la película y se me quedó MUY grabada la escena en donde los niños caminan y luego se caen a una máquina que los convierte en carne, o sea, en ese entonces me impactó mucho.

Creo que no hace falta mencionar que Pink Floyd es de mis grupos favoritos, como muchos grupos de antaño que escuché con mi papá.

Ahora, me gusta mucho la metáfora que usa Roger Waters en el disco. Como muchas cosas pueden ser un ladrillo más en una pared que construimos a nuestro al rededor para aislarnos del mundo, entiéndase decepciones amorosas, pérdida de algún ser querido, traiciones, mentiras, etc. Eso nos puede pasar a cualquiera y yo pensé en aislarme porque ya me harté de las mentiras (obvio, tarde o temprano te enteras de todo), pero no, la verdad es que estoy muy a gusto así como estoy, aprendí a no depender de alguien y mucho menos que mi felicidad dependa de alguien porque generalmente te pisan, cada día estoy más cerca a mi recuperación mental (ja, que feo suena eso).

3 comentarios:

Ninja Peruano dijo...

Cool story, bro.

Adrian dijo...

Fucked up story, bro.

Jaime Rivera dijo...

Yo entendía la metáfora como que nosotros tendemos a ser sólo un ladrillo más de la pared, todos iguales, uniformes, cuadrados (rectangulares, bueno) y sin nada que nos distinga de los demás, y el mensaje era que había que romper ese esquema.
No cabe duda de que cada quién interpreta las cosas de modo distinto.